La Meduse viajaba de Rochefort a Mauritania formando parte de un convoy que se dispersó debido a una tormenta. Tras la caída de Napoleón se acababa de restaurar en Francia el
régimen borbónico y se dio el mando del barco a un oficial que llevaba 25 años sin navegar. Debido a su incompetencia, la Meduse embarrancó en un bajo de arena a 38 millas de costa con unas 400 almas a bordo. Comoquiera que a bordo
sólo había seis botes con capacidad para 250 personas, otras 150, básicamente marineros, fueron abandonados a su suerte, de modo que se vieron obligados a construir una balsa con la que intentar ganar tierra con una caja de galletas y
dos garrafas de agua para todos.
Pronto se vio que la pequeña balsa no tenía capacidad para tanta gente y la primera noche se dieron los primeros casos de desesperación, pues a lo largo de las horas de oscuridad se perdieron 20 vidas,
bien asesinados o suicidados, en la lucha por el pobre sustento que les habían dejado se perdieron tanto las galletas como el agua.
Según un analista, “la balsa arrastró a los supervivientes hacia las fronteras de la experiencia
humana”. El caso fue que, desquiciados, sedientos y hambrientos, se asesinaron unos a otros procediendo a continuación a comerse primero a los muertos y después a matar a los más débiles para usarlos como sustento.
Después
de 13 días la balsa fue rescatada por un navío cuando únicamente quedaban 15 supervivientes, de los que cinco morirían días después en tierra. El incidente de la Meduse constituye una vergüenza histórica
para la monarquía y la armada francesas.
El cuadro, de 5 metros de alto por 7 de ancho está en el Louvre. Se trata de una pintura a base de claroscuros en la que la única luz surge de la esquina superior izquierda sugiriendo el atardecer,
justo cuando los supervivientes acaban de divisar el navío que los rescataría. Para su ejecución, Géricault se entrevistó con dos supervivientes anónimamente, ya que de otro modo no habrían confesado los crímenes
cometidos a bordo. Para dar mayor verosimilitud a su obra, el artista visitó la Morgue para confeccionar bocetos que expresaran con toda su crudeza el pálido color de la muerte.