Luís Mollá, natural de Tarifa (Cádiz), es
Capitán de Navío de la Armada, piloto naval, especialista en Comunicaciones y
diplomado de Estado Mayor y Comunicación Social.
Como piloto
naval, su vida profesional ha transcurrido principalmente en la Base Naval de
Rota. Ha sido piloto de helicópteros de la Quinta Escuadrilla, profesor a bordo
del buque-escuela Juan Sebastián Elcano, jefe de operaciones del Estado Mayor
del Grupo de Combate, comandante del patrullero Cormorán y del buque de
buceadores Poseidón. Antes de pasar a la situación de reserva en julio de 2013,
ocupó diferentes destinos en la OTAN en Italia, Francia y Holanda. Su último
cargo en activo fue el de segundo jefe de la Base Naval de Rota. Está en
posesión de cinco cruces del mérito naval, la medalla de plata de salvamento de
náufragos, medalla de plata de la República Francesa, la Cruz, Placa y
Encomienda de la Real Orden de San Hermenegildo y las medallas de la OTAN de
Kosovo, de la Antigua Yugoslavia y de Afganistán. Fue director del Colegio Mayor de la Armada “Jorge Juan”, adscrito a la
Universidad Complutenses de Madrid, hasta su pase a retiro en 2020
En su
faceta de escritor, en 2004 obtuvo el premio Nostromo de narrativa marítima con
la novela El veneno del escorpión, publicada por editorial Juventud.
En 2005
ganó el premio Almirante Oquendo de la Revista General de Marina, por su
artículo Morir y vivir en la mar, un recuerdo emocionado a las últimas
20 horas del dragaminas Guadalete, en el cincuenta aniversario de su trágica
desaparición en aguas del estrecho de Gibraltar. En 2017 volvió a ganar el
mismo certamen con el relato titulado La
leyenda del paso del Noroeste.
En 2005
publicó en Delibrum Tremens Soldado de nieve, un thriller relacionado con la industria armamentística, el mundo
de los agentes de información y su aportación a la lucha contra el terrorismo
internacional.
En 2007 la
Armada le concedió el premio Virgen del Carmen de novela por La
tumba de Tautira, publicada por Delibrum, una obra ambientada en el
proceloso mundo de las navegaciones del siglo XVIII.
En 2008 volvió
a ganar el premio Nostromo por su recreación literaria de un maremoto en el
suroeste español producido por la quiebra de una de las islas canarias en la
novela titulada La séptima ola, que fue publicada por editorial Juventud.
En 2010
obtuvo el premio “Relatos del Mar” convocado por el ayuntamiento de Carreño con
“Sudario
de hielo”, recreación fantástica de las últimas singladuras del navío
san Telmo desaparecido en la Antártida en 1819 con 644 hombres a bordo. En 2012
quedó finalista del mismo concurso con “la tumba 116”, una recreación
colateral de la madre de todas las historias del mar: el hundimiento del
Titanic.
En 2010
publicó en ediciones JME la novela Perdidos en la memoria. Un relato
desgarrador del hundimiento del vapor Castillo de Olite en la bocana del puerto
de Cartagena por los disparos de una batería republicana 25 días antes del
final de la guerra y que se saldó con la pérdida de 1477 vidas humanas, en el
peor desastre de la España marítima contemporánea.
En abril de
2012 publicó en la editorial Navalmil Pólvora
mojada, un conjunto de dos relatos navales: “Hundan el Bismarck”, basado en
las últimas horas del que fue el acorazado más poderosos de todos los mares y
“el oro de Stalin”, relato de ficción que refleja la dureza de la guerra en la
mar.
En
diciembre de 2102 publicó de nuevo en JME, la
isla más pequeña del mar, una bonita historia de superación con el mar como
telón de fondo en la que una navegante solitaria deberá enfrentarse al
Mediterráneo y a sus propios miedos para llegar a superar la pérdida de sus
seres queridos por un golpe de mar.
En
diciembre de 2013 publicó en editorial Laertes un compendio de siete historias marineras
recopiladas bajo el sugestivo título de En
el nombre del mar.
Dos años
después, en diciembre de 2015, publicó en Goodbooks El cebo, una novela que sugiere la inquietante conspiración que
pudo haber unido hace cien años a Winston Churchill y el presidente
norteamericano Woodrow Wilson, para permitir a los alemanes hundir al
trasatlántico Lusitania, que se
perdió con más de dos mil víctimas, muchas de ellas ciudadanos norteamericanos,
lo que habría empujado a los EE.UU. a participar en la I GM.
Su décima
novela, publicada por Editorial Almuzara en mayo de 2017, llevaba por título La flota de las especias y consistía en
una visión de la expedición de Magallanes culminada con la primera vuelta al
mundo por Juan Sebastián Elcano, a través de la óptica de un protagonista
inédito.
En junio de
este mismo año resultó ganador del premio de narrativa del global de los
Premios Ejército del Aire 2017 con el relato Alas de Ángeles, que recrea de manera ficticia la suerte que pudo
haber corrido el avión Cuatro Vientos y sus dos tripulantes, Barberán y Collar,
desaparecidos entre Cuba y México a punto de finalizar su famoso raid en 1933.
Con ocasión
del Centenario de la Aviación Naval el 15 de septiembre de 2017, a solicitud de
las autoridades de la Armada, coordinó la redacción de un libro relacionado
sobre el pasado presente y futuro de la Aviación Naval. El libro, publicado por
la imprenta del Ministerio de Defensa, vio la luz en julio de 2017.
En 2018
publicó El Almirante, una biografía
novelada de Blas de Lezo, un oficial naval apenas reconocido y que sin embargo,
con su defensa de Cartagena de Indias frente a los ingleses en 1741, es el
responsable de que cerca de 500 millones de sudamericanos y centroamericanos
hablen hoy en día la lengua de Cervantes en lugar de la de Shakespeare.
En 2019 publicó
con Almuzara Eso no estaba en mi libro de Historia de la
Navegación, un compendio de historias, leyendas y mitos con el que abarcar el
inabarcable mundo del mar, y un año después, con la misma editorial: El Señor de los mares, biografía novelada de ese gran marino que fue don Álvaro de Bazán
PD: Foto correspondiente a mi etapa final como teniente de navío, destinado a bordo del B/E Juan Sebastian Elcano, con motivo de una recepción a bordo en Miami